[Review] A Long Way Down

En un intento por resistir mi fanatismo por los juegos de estrategia y de cartas he vuelto a caer en la tentación de probar uno más, en este caso «A Long Way Down», un título de construcción de mazos roguelite muy interesante y con mecánicas algo extrañas para los juegos que compiten con él.

Jugabilidad

Este juego es el trabajo de Seenapsis Studio y Goblinz Studio, quienes se han encargado de desarrollar un llamativo y peculiar título de dungeons, intentaré explicarlo de la mejor manera, tengan en cuenta que las mecánicas son algo diferentes a la mayoría de juegos de cartas.

A diferencia de muchos juegos de cartas y dungeons, A Long Way Down tiene una mecánica especial para desplazarte por el terreno de juego, o mapa, ya que para ello habrá que usar «cartas» de bloques para construir nuestro camino a medida que avancemos. Estas cartas o fichas son limitadas, en la medida que no las utilicemos adecuadamente se acaba la partida, por lo que habrá que pensar en qué sentido movernos y de qué manera colocarlas.

Una vez que elegimos qué parte del camino queremos construir para avanzar luego, el «Dungeon Master» tomará una de nuestras fichas y la colocará aleatoriamente en el tablero, algo que puede complicar mucho la situación. Lo interesante es que podemos jugar las fichas o cartas no solo para avanzar por un camino, sino que también podemos usarlas para bloquear el paso a algún enemigo que quiera combatirnos. Una carta especial que ayuda mucho es una específica que permite romper muros bloqueados esto abre una nueva posibilidad para colocar caminos donde antes no podíamos.

La idea del juego es más simple que en otros títulos, una vez que comprendemos como va el juego podemos dominarlo inmediatamente. Luego de que avanzamos (al cumplir los objetivos) a otro nivel recogeremos cartas para mejorar el mazo, reciclarlas, mejorarlas o equiparnos con armaduras, armas, etc. Esto puede realizarse gracias a la «esencia» que vamos juntando a medida que combatimos contra enemigos en cada batalla.

Algunos de los objetivos que tenemos en el juego son por ejemplo, activar cierta cantidad de fogatas (permiten regenerar vida), eliminar a ciertos objetivos, utilizar cierta cartas de caminos, etc. entre muchos otros.

El combate es interesante, puedes usar hasta 15 cartas en el mazo y es por turnos, donde cada jugador tiene 3 puntos de «energía» para gastar con las cartas. En su mayoría las cartas tienen 1 punto de costo para usarlas, sin embargo encontraremos otras un poco más poderosas de 2 o 3 puntos.

Dentro de las opciones que tenemos para armar el mazo hay cartas de daño, cartas de buffs y de defensa. Las cartas de daño son comunes a cualquier juego del género, las de buffs nos permiten aumentar el daño, la defensa, sacar maldiciones o limpiar buffs de un enemigo. Por otro lado, las cartas de defensa nos permiten defender cierta cantidad de puntos de ataque y también hay cartas de curación que podemos usar a nuestro favor. Algo importante es que la salud o vida de nuestro personaje no se va a reponer al salir de una batalla por eso hay que tener cuidado con cuánta vida quedamos después de combatir, de hecho quizás convenga utilizar alguna carta para curarnos antes de matar a nuestro enemigo con un golpe mortal.

Historia

A nivel historia el juego tiene una narrativa interesante, de hecho me sorprendió la cantidad de interacciones y conversaciones que hay entre los personajes. El título busca un equilibrio entre su historia con la capacidad repetitiva que tiene para avanzar nivel a nivel poniendo caminos.

Puntualmente la historia cumple para mantenernos cautivos, es algo simple. Resumiendo y sin entrar mucho en detalle para no generar spoilers, la trama se basa en nuestro personaje quien está perdido en este mundo de mazmorras siendo guiado por una misteriosa figura, mientras un «dungeon master» desconocido al momento, buscará toda opción disponible para eliminarnos del juego.

Gráficos

Creo que sin dudas lo más atractivo y llamativo del juego es su estilo gráfico, los personajes y enemigos son realmente distintivos uno del otro, el detalle del diseño hacen notar el trabajo de horas y horas que hubo en este punto. Lamentablemente donde falla el juego es quizás a la hora de ver las animaciones, hay ciertos movimientos que no me convencieron, a diferencia de juegos como por ejemplo Slay the Spyre donde si las veo mucho más definidas, sin embargo no son para nada trágicas, al contrario, están pulidas mi problema es con los movimientos de ataques, defensa, etc.

Algo interesante para mencionar es que una vez que pasemos de nivel podemos acceder a una especie de «cofre» o «armario» donde podemos editar el mazo, equiparnos con armaduras o armas recolectadas. Además, el mapa tiene «portales» que podemos usarlos para salir momentáneamente al realizar las acciones mencionadas recientemente y volver al mapa sin necesidad de completar el nivel antes.

Música y Sonido

A nivel música y sonido el juego tiene un punto negativo, no lograron mezclar esa realidad virtual con nuestro mundo, quizás sea algo a mejorar a futuro con algún parche que puedan aplicar, sin embargo al día de hoy no llegan a crear esa inmersión que todos queremos encontrar. En muchas ocasiones la música se quedaba en silencio por un minuto, como si terminara y nadie le diera play para que arranque nuevamente, un poco preocupante.

Conclusión

A Long Way Down es un juego disfrutable, un título más del género de cartas y aventuras, con mecánicas no vistas al momento ya que hay que utilizar cartas para crear nuestro camino por cada mapa.

Es emocionante y un título atractivo a nivel diseño, su historia simple pero atractiva con una narrativa que llama la atención en este tipo de juegos.

Algunos problemas se han presentado a nivel música, un lugar para poder trabajar más a futuro, quizás solucionable con un parche, y las animaciones a la hora de combatir ya que podrían estar un poco más trabajadas.

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