[Review] Victory Heat Rally

El desarrollador indie Skydevilpalm y el publicador Playtonic Friends nos traen un nuevo título de carreras al mejor estilo arcade de los 90, el Victory Heat Rally, con una apariencia colorida que nos remonta a la época retro de juegos como el Daytona USA. Acompañado por una banda sonora espectacular y una buena cantidad de autos y pistas en las cuales competir, esta nueva entrega demuestra que todavía hay lugar para los juegos de carrera más simples, tanto en presentación como en jugabilidad.

INTRODUCCIÓN

Victory Heat Rally es un juego de carreras 3D que llama la atención rápidamente gracias a su estilo visual, ya que en lugar de contar con gráficos realistas, tiende a tener una temática más cartoon. Con varios años de desarrollo por detrás, finalmente ya está disponible en PC mediante Steam, y en esta ocasión vamos a analizar a fondo todo el contenido que nos presenta este nuevo título, y si vale la pena darle una chance.

MODOS DE JUEGO

Esta entrega cuenta con los modos básicos que uno pueda pedir en cualquier juego de carreras. Contamos con el modo «Arcade GP» donde podremos correr diferentes grupos de circuitos con una temática en particular e intentar conseguir la mayor cantidad de puntos para salir campeones, «Time Attack» donde tendremos la libertad de elegir cualquier circuito desbloqueado e intentar batir nuestro record de tiempo, «Versus» donde podrán competir hasta cuatro jugadores en una partida local (Lamentablemente, este título no cuenta con partidas online), y «Championship», el cual será analizado en más profundidad a continuación.

Championship es el modo principal del Victory Heat Rally, y es donde desbloquearemos al resto de los autos, pistas y diferentes temáticas de grand prix. Este modo especial de un jugador cuenta con tres grupos de desafíos que iremos desbloqueando uno por uno (Grupos Alpha, EX y Z), y en cada grupo contaremos con tres diferentes mapas de navegación que nos permiten elegir diferentes tipos de desafíos a completar para ganar puntos VP, con los cuales obtendremos acceso a otros desafíos más adelante. Este modo también cuenta con escenas extras donde podremos ver un poco de la personalidad que posee cada corredor, lo cual es lo más cercano que tenemos a un modo historia en este juego.

La idea es ir progresando de a poco, jugando en cada mapa con temáticas en particular y obtener medallas de primer, segundo o tercer puesto en los desafíos que nos encontremos. Las primeras tres misiones principales siempre serán carreras en circuitos cortos donde tendremos una cierta cantidad de vueltas para intentar terminar primeros, luego tendremos que conducir a través de un rally e intentar conseguir el mejor tiempo posible, y finalmente nos tocara intentar vencer a un rival designado en un grand prix compuesto por los circuitos anteriormente jugados antes de finalmente ganar la copa del mapa en el que nos encontramos, y avanzar al siguiente nivel. Completar los diferentes mapas nos otorgará acceso a nuevas temáticas de grand prix y nuevos circuitos, los cuales podremos jugar en modos como Time Attack y Versus.

Además de las carreras, también tendremos desafíos extras en los cuales tendremos que completar minijuegos variados en diferentes circuitos. Estos van desde explotar globos y pasar por diferentes checkpoints, hasta conseguir una cierta cantidad de puntos derrapando. Las misiones son bastante variadas, aunque más adelante pueden tornarse molestas de completar en primer puesto debido a la precisión que requieren, o debido a que requieran ciertos autos en particular para que sea siquiera posible obtener la medalla de oro. Finalmente, al completar un mapa tendremos la chance de desafiar al rival de turno en una carrera uno a uno, donde no tendremos como objetivo terminar en primer puesto un circuito con una cantidad de vueltas predeterminadas, sino estar en frente de nuestro rival durante un tiempo predeterminado y evitar que el oponente nos haga lo mismo a nosotros. Si logramos vencerlo, él se nos unirá a nuestro listado de autos disponibles en todos los modos de juego.

JUGABILIDAD

En Victory Heat Rally contamos con doce personajes diferentes para jugar, pero al principio solo dispondremos de tres, y el resto se irán desbloqueando mediante batallas contra nuestros rivales. Cada personaje cuenta con sus propias estadísticas que deciden su velocidad máxima, aceleración, que tan bien pueden derrapar y algunos otros detalles menores. Junto con las estadísticas base, también contaremos con la posibilidad de cambiar nuestras ruedas y suspensión, lo cual modificará de forma medianamente ligera como se controlará el auto. Además de todo lo relacionado a la jugabilidad de nuestros autos, contaremos con colores extras, los cuales iremos desbloqueando a medida que ganemos diferentes carreras con cada conductor.

Esta entrega es bastante simple de aprender, ya que contamos con solo tres botones principales, el de acelerar, el de frenar, y el de derrape. Al ser un juego basado en clásicos de los 90, no tendremos mucha necesidad de soltar el acelerador, ni tampoco de usar el botón de freno, sino hasta los circuitos más avanzados, los cuales requieren de manejo más preciso. Si es indispensable dominar el arte del derrape, el cual nos permite conseguir un impulso extra de velocidad al estilo Mario Kart. Todo es bastante estándar dentro de lo que uno espera de un título de carreras casuales, y generalmente es muy cómodo de ver que es lo que nos espera en el circuito, salvo por algunos mapas en particular donde vamos a necesitar de mucha más práctica para tomar sus curvas de forma óptima, pero el incremento de dificultad es de esperar en las pistas más avanzadas del juego.

La curva en la dificultad puede ser poco pareja en algunas partes de la experiencia en los modos de un jugador, pero por suerte el juego es bastante flexible en cuanto a chances extras se trata. En los grand prix por ejemplo, tendremos que juntar la mayor cantidad de puntos en los cuatro circuitos que iremos jugando, pero si no nos está gustando el resultado que vamos a terminar obteniendo en algún circuito en particular, podemos simplemente reiniciar esa carrera sin necesidad de reiniciar el grand prix entero. Junto a esto, también ayuda mucho que Victory Heat Rally corra extremadamente bien gracias a sus bajos requisitos de hardware y que corra en el motor gráfico Game Maker Studio 2, lo cual nos da una experiencia muy buena tanto en jugabilidad como en velocidad.

La física de los autos es muy similar a los arcades de carrera de los 90, pero cabe destacar que los errores suelen castigar menos que de costumbre a los jugadores. Caerse del circuito suele significar una perdida de unos segundos nomas, y el juego rápidamente nos pondrá en el carril correcto para retomar la carrera. Junto con eso, el juego aparentemente no cuenta con el clásico fenómeno de «Rubberbanding» que suele estar presente en la mayoría de los arcades, así que no hay un miedo inmediato a que nos sobrepasen de manera mágica mientras estamos ganando por mucha distancia, aunque eso también significa que si estamos perdiendo por mucho camino, es muy probable que no vayamos a dar vuelta el resultado si nos falta muy poco para terminar la carrera.

PRESENTACIÓN

Lo que primero va a llamarle la atención a cualquier persona que vea Victory Heat Rally va a ser su presentación. Con un estilo cartoon super colorido, y con circuitos con una estética «low-poly», se diferencia bastante del resto de los juegos de carrera indie gracias a su uso de sprites 2D para los autos y personajes. Con menús llenos de vida, color y sonido, y paneos de cámara bastante dinámicos al inicio de cada carrera y al final de las mismas, no hay un momento en el cual esta entrega se vea aburrida a los ojos. La variedad de circuitos aporta bastante a esa sensación, ya que correremos en pistas con temáticas de playas, ciudades, minas abandonadas, carreteras, caminos nevados y más.

La música es otro punto bastante fuerte en la presentación. Con temas compuestos por RoBKTA y GWIZ, el juego está lleno de temas al mejor estilo retro que abarca diferentes géneros instrumentales. Como punto de referencia, tenemos temas que fácilmente podrían encajar en juegos como Sonic CD, Jet Set Radio, Initial D, Daytona USA y más. Todo en una sola entrega de carreras de autos, con música que ayuda con la sensación de alta velocidad que nos otorga Victory Heat Rally.

CONCLUSIÓN

En resumen, Victory Heat Rally es un juego encantador en cuanto a presentación, con música llena de energía y gráficos llenos de color y vida, y si bien no cuenta con una narrativa en general más allá de la simple existencia de los grand prix (después de todo, es un simple juego de carreras arcade), se aprecia que al menos cada conductor tenga su personalidad bien definida a la hora de confrontarnos con ellos en las carreras especiales de los rivales del modo Arcade GP. Lo único negativo en la presentación es que hay varios aspectos de la misma que nos pueden hacer gastar tiempo de más, como ciertas cinemáticas que no podemos saltearnos rápidamente, por ejemplo.

El contenido de un solo jugador se puede completar casi al 100% en cuestión de un día o dos si se es lo suficientemente bueno entendiendo las mecánicas, por lo cual la rejugabilidad va a depender enteramente de que tan fan uno sea de batir récords de los diferentes circuitos, y de si contás con amigos para jugar juntos en la misma computadora. No se requiere de horas de entrenamiento para amaestrar los controles, así que gente de cualquier edad puede disfrutar de este título sin mucho problema.

Si sos fan de los arcades de carrera de décadas atrás y buscas un juego indie accesible en cuanto a jugabilidad y dificultad, Victory Heat Rally es una buena opción para pasar el rato e intentar completarlo. Eso sí, hay que tener en cuenta que si solo te interesan las carreras online, este no es el título para vos, ya que competir contra otras personas está limitado a carreras estrictamente locales. Cabe destacar que siempre es posible jugarlo online con amigos mediante Steam Remote Play Together si se cuenta con una conexión de internet lo suficientemente buena, pero todos los jugadores van a tener que jugar con la pantalla partida, como si fuese una competición local.

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