Animales de fiesta. Uno creería que es la traducción de un libro infantil, donde un cocodrilo, un oso, un gato y un pato se juntan a tomar un té. En su lugar, será rock: vestite de tu animal favorito, y canalizá la bronca que te da ser monotributista dándole cabezazos a tu amigo, que está con un skin de nutria, para noquearlo y tirarlo al mar desde el periscopio de un submarino. Esto es Party Animals.
En la ópera prima del estudio chino Recreate Games, publicado por Source Technology, hay mucho más que un videojuego de pelea tipo party: se presenta un fuerte enfoque sobre las físicas de personajes y objetos por el motor gráfico desarrollado para este juego. Party Animals es, en esencia, lo que reza su nombre: una fiesta de peludos animales que se golpean entre sí, lanzándose objetos de diferentes tamaños en escenarios dignos del tercer arco de una película de acción de los ’90, protagonizada por alguno de «The Expendables»: las alas de un avión, el centro venenoso de la jungla, un laboratorio que nos absorbe o una plataforma rodeada de ventiladores gigantes que nos harán perder la partida. Por alguna razón el juego no posee traducción al español, como cuando veías las películas en la tele, pero al revés (?).
JUGABILIDAD
Este apartado consiste en explicar las mecánicas, los diferentes modos de juego y escenarios, que enfrascan la experiencia toda. Como en Fall Guys, por poner un ejemplo, solo podemos jugar diferentes modos y mapas, al azar, por votación o customizado, de forma local con hasta 4 jugadores y de forma online con hasta 8 personas simultáneas. Hay un tutorial, hay una opción de ajustes… pero nada más allá, dejando de lado una opción que hubiera sido interesante, y es la de crear nuestros propios escenarios o personajes, además de los skins meramente estéticos, porque todos los personajes se controlan igual.
Sin embargo, esto no significa que el juego no esté trabajado: por el contrario, se nota que hay un empeño importante en que notemos la diferencia entre agarrar (somos animales, con garras) un mazo de mil toneladas por su mango o por su cabeza. Estos dos extremos no pesan de igual manera, y se reflejará en la forma en que nos posicionemos al presionar el botón de agarre, tanto si estamos en movimiento, como si «venimos con el envión» de un salto con patada que nos hizo recorrer unos metros hacia adelante (y probablemente, también caer al vacío) o si estamos completamente quietos.
Los movimientos y el peso tanto de los objetos como de otros personajes son fundamentales para entender los controles del juego, que es simple: un botón para golpear con los brazos, uno para cabecear y noquear al oponente, contamos con salto, un botón para correr, otro para el agarre, además de poder rodar y saltar lanzando una patada. Los controles funcionan con misma precisión, tanto con joystick como con teclado y mouse, y cabe aclarar que esta reseña está realizada desde una Xbox Series S, pero habiendo compartido partidas online con el staff de Gaming Coffee (¡gracias!) cuyas copias fueron recibidas en su totalidad para Steam, que intercaló entre las opciones.
Sobre los objetos, podemos decir que además de poseer cada uno una física particular a su forma, también sus usos son diferentes. Tenemos armas «mano a mano» como la sartén, la raqueta o los nunchakus (que están bastante rotos, ya que un golpe noquea y lanza a una cierta distancia a los enemigos), y también las opciones que pondrían feliz a Deadshot: una ballesta, una taser y hasta un boomerang. Este último ha sido responsable de risas y lamentos por igual, porque me ha pasado (y he visto como sucedió en otros casos) que esa misma arma, cuando vuelve… bueno, nos puede noquear a nosotros también. Pero aún más importante, hay un objeto que no pude agarrar por más que lo intentara, les adjunto imagen:
Jugué desde la demo que se hizo popular, allá por 2020, anterior al Playtest cerrado con cual contamos acceso para realizar esta review, y también pasé una semana con el juego ya estable de forma pública. Debo decirlo: mejoró moderamente sus físicas en estos años de desarrollo, pero esperaba, debido al tiempo que pasó entre la primera versión y la actual, una mayor variedad de niveles y modos. El avión, la jungla, el submarino y la fábrica de gomitas ya estaban hace tres años y no han sufrido ningún cambio. También celebro la aparición del puente y el laboratorio, todos escenarios que me han divertido mucho y estaré desarrollando a continuación en los diferentes modos de juego, y cabe aclarar que todos poseen una duración de entre 10 a 15 minutos.
Último en pie – LAST STAND
En equipos de dos, o en un violento todos contra todos, nos enfrentaremos a otros peludos hasta el final, y que solo un (grupo o personaje) quede en pie. Digamos que es el modo clásico, y que no necesita más explicación que golpes por todos lados, agravados por insultos a diferentes animales o al mismísimo motor de juego. Diversión garantizada.
Pero hay una particularidad de este modo: implica que cuando perdemos, nuestro rol no será limitado a simples observadores, sino que podemos lanzar una galletita (en el playtest era un pez), una banana o una bomba para entorpecer el resultado de quienes aún pelean. Estas se cargan con el tiempo, y podremos elegir entre diferentes puntos de vista para lanzar objetos y noquear a nuestros adversarios, a veces incluso logrando otorgar la victoria a alguien que no queríamos que gane.
- Ichiban – La jungla
Si hay un mapa característico de este videojuego es Ichiban: es el Aztec de Party Animals, y lo comparo livianamente debido a su parecido tanto estético como popular, que es encontrarse en medio y darse golpes puros y duros que lleven al knock out fuera del ring, sin cobertura, y rodeado de un gas venenoso que avanza lentamente para cubrir el total del escenario, y acercar a los supervivientes. Un clásico moderno.
- Typhoon – El submarino
«Che, ¿y qué te parece que un escenario sea un submarino hundiéndose, ahogando a los que tocan el agua?» se preguntó alguien del equipo creativo, y alabado sea, porque Typhoon es magnífico. Tiene misiles nucleares, explosiones radiales, una forma peculiar de escalar un periférico, y lo más odioso de todo en un videojuego: agua.
- Broken Arrow – El avión
No estoy seguro si me recuerda a Indiana Jones (¿tiene una escena así?) o a Captain America: The First Avenger, pero Broken Arrow, el escenario que nos propone pelear sobre las alas de un avión en pleno vuelo, tiene ese nosequé nostálgico. Además, si demoramos demasiado en la dura demostración de ser un Party Animal, las alas se comienzan a congelar, y pueden costarnos la partida si estamos en el lugar y momento equivocados.
- Winter Is Coming – Las fogatas
No es la única referencia a la cultura pop que hay en el juego, pero Winter is Coming (sí, como en Game of Thrones) es un gran nombre para este escenario que defino como molesto. No queda del todo claro si solo mantenernos cerca del fuego nos permitirá vivir, o si hay una forma de evitar que el fuego se apague, pero al parecer, todos se extinguirán eventualmente y nos enfrentarán a la cruda realidad del invierno.
- Wind Tunnel – Los ventiladores
Una plataforma gigante con tres palancas en su centro, que al activarlas, suben un escudo temporal para protegernos de los temibles vientos que nos quitan del ring de un soplido. Estos escudos también se convierten en una trinchera mortal, porque todos nos veremos las peludas caras en esas protecciones, y quien pierda el conocimiento, volará hacia la derrota.
- Black Hole Lab – El laboratorio
No es donde Fabián Vena explotó al final de Resistiré, pero hay algo ahí. A diferencia de los escenarios que venimos describiendo, Black Hole Lab es circular, y su ring-out, el punto de caída, es en el centro del mismo. Pero no solo eso: un agujero negro se generará cada cierto tiempo, arrastrando todo lo que haya en el escenario hacia sí mismo, salvo por las cadenas que están firmemente sujetadas en unos de los bordes, lo que provocará una desesperación animal por sujetarse y no ser absorbido por esta fuerza de atracción.
- Beat-Up Bridge – El puente
Un puente construido de tablas de madera atado con sogas no es el lugar más seguro del mundo, pero sí uno de los más interesantes para que anfibios, mamíferos y ovíparos se den golpes de todo tipo, mientras dejan todo para no caer de este peligrosísimo lugar. Lo mejor: luego de un tiempo, el puente se desata y queda de forma vertical, lo que obliga a que resistamos agarrándonos de las tablas de madera, que apuntan al vacío. Tragicómico.
- Gator Valley – Las olas
Las olas y el puente, sucundúm, sucundúm, nos hacen flotar. A diferencia de Beat-Up Bridge, Gator Valley es un puente que no se rompe, sino que se ve modificado por las olas de gran tamaño que cada tanto llegan disrumpiendo conflictos peludos. Tendremos que cuidar a nuestro personaje para que no caiga al agua, porque es muy probable que termine en el fondo de la cascada, pidiendo ayuda y viendo la pantalla en gris. Un mapa normalito, que tiene algunos recovecos para ocultarnos y sobrevivir un tiempo más, pero eso no se hace, ¿no?
- Ice Breaker – El Titanic-destroyer
Un témpano, no un iceberg, pero usted entiende. Esta plataforma se destrozará mediante el paso de tiempo, y esos pequeños pedazos de hielo que quedan flotando serán lo único que impida la congelación total de nuestro personaje. Ice Breaker es simple, pero efectivo: como es hielo, nos resbalamos; como es hielo, el agua nos congela; como es hielo, solo sentiremos el calor de la victoria. Junto con Ichiban y Black Hole Lab, es el escenario más popular en el modo quick match.
Puntaje por equipos – TEAM SCORE
Escamas y pelos se unirán para ganarle a los de enfrente. Pero esta vez, no será a golpes, sino que debemos cumplir ciertos objetivos, como juntar puntos o generar más velocidad antes que el equipo contrario, por supuesto que abusando de piñas y cabezazos azarosos contra nuestros rivales.
- Lollipop Factory – Fábrica de gomitas
Revolear gelatina nunca fue tan divertido como en este escenario, donde el objetivo es llevar a nuestra base la mayor cantidad de gomitas y dulces posible, para luego accionar una palanca y que caigan en nuestro canasto. La misión es encontrar la forma más rápida de lograr esto, o concentrarse completamente en arrastrar el osito de goma gigante hacia nuestra base, mientras el resto intenta impedirlo con uñas y dientes. Además la palanca no se puede habilitar siempre que queramos, sino que debemos esperar a que una luz verde aparezca para poder utilizarla.
- Fluffy Redemption – Los trenes
John Marston aprueba esta carrera de trenes, donde tenemos que tirar la mayor cantidad de carbón posible en el fuego para ganar la carrera del lejano oeste. El problema es que el equipo contrario debe hacer lo mismo, y es probable que se crucen de un salto a nuestros vagones para golpearnos, tirar el combustible a las vías o simplemente activar la palanca de freno para evitar que ganemos la carrera. Tan divertido como original, Fluffy Redemption presenta una alternativa laboral violenta, pero satisfactoria.
- Into the Game – La sala de arcade
No había nada más molesto que llegar a tu lugar de arcades favorito y encontrarte con tu máquina predilecta ocupada por un cocodrilo con lentes. ¿La solución? Pegarle un cabezazo, lanzarlo lejos, y comenzar a jugar nuestro propio juego dentro del juego, donde manejaremos a Nemo (el perrito corgi insignia de Party Animals) para recolectar monedas en un escenario 2D, siempre y cuando la vida no nos devuelva el karma, y seamos apartados de la máquina a golpes. Gana quien recolecte la mayor cantidad de monedas antes que el equipo contrario, o quien contenga más moneditas para el fin temporal del juego.
- Safely Afloat – Los globos
Una base flotante en el centro del escenario es adornada con una caja atada a un globo, que flota y soporta el peso de cualquier cantidad de animales. El objetivo es llevar esta voladora caja a nuestra base para ganar puntos. ¿Cómo? Nos colgamos de ella con el botón de agarre, y evitamos los golpes de los otros animales mientras flotamos a nuestra sección y rogamos que nadie se la lleve a pasear por el lugar. Me dio un poco de ansiedad porque el globo no siempre está correctamente ubicado en la base para que tome el punto como ganado, y quizás el espacio del nivel todo es bastante reducido. Igualmente es súper divertido ganarlo.
- Trebuchet – Las catapultas
Si Age of Empires II me enseñó algo de francés es que trébuchet significa catapultas, lanzapiedras, asedio, y en este juego, lo que tenemos que hacer es lanzar piedras (opcional) a nuestros enemigos con las armas medievales antes mencionadas, que se activan con una palanca. Sobre lo opcional: podemos ser la piedra, y cruzarnos a generar caos en el sector rival. Un kamikaze moderno y peludo, todo lo que se necesita para triunfar.
- Buzz Ball – La bola eléctrica
El juego describe oficialmente esto como basket, pero hasta donde yo sé, en el baloncesto (?) la pelota no es eléctrica y el aro está sobre los jugadores, no frente a ellos. Igualmente, el objetivo es el mismo: que la bola entre en la canasta. El inconveniente es que la bola explota si más de un animal la agarra al mismo tiempo, y que la canasta es una especie de máquina de iones, pero el resto todo bien. Sin embargo, debo aclarar que desde Buzz Ball comienza lo que denominé «El Arco Deportivo»: cuatro juegos basados en deportes, que funcionan muy bien pero tienen una falla de ritmo escandalosa cuando un equipo convierte, ya que se muestra una repetición en slow motion de ese punto que es impostergable, lo que le quita emoción al juego.
- Beast Hockey – Hockey sobre garras
El hockey en Argentina se juega sobre césped. Pero en Estados Unidos, el público que tenían en mente los desarrolladores al realizar Party Animals, se juega sobre hielo. Es en este deporte, donde encontraremos un objetivo simple: lograr que el disco gigante de hielo entre en el arco contrario para sumar puntos de equipo. Obviamente, este puck también está hecho de hielo, y se desliza muy fácilmente con cualquier golpe que le demos. Es divertido porque tiene la cuota necesaria de caos que convierte a cualquier partido en una final del mundo del hockey sobre hielo. Quiero dejar en claro que «hockey» deberías leerlo como «joquei» cuando es sobre césped, pero cuando es sobre hielo… es «jaki» sobre hielo. ¿Qué, no se acuerdan de Los Campeones?
- Beast Football – Rawgby
Ellos le llamarán fútbol, pero es «fútbol americano». No es rugby, porque la pelota no debe tener contacto con el jugador y el campo al apoyarse para sumar punto. Ah, no se esperaban que Kumita supiera las reglas del rugby, ¿no? Eso es porque no se llevaron deporte en el colegio por estudiar inglés en las horas de rugby y tuvieron que hacer un trabajo práctico al respecto sobre cómo jugar al volley. Sí, eso pasó. Son animales. Juegan algo parecido al rugby por equipos, gana el primero en llegar a cinco puntos. Fiesta.
- Beast Soccer – Fulbo
Pasión de multitudes, generador de sensaciones tan dulces como amargas, el fulbo con animales es como el Rocket League pero con piñas: una pelota gigante que debe entrar en un arco para que METAMOS GOL HERMANO QUE TE PASA ESTO ES FULBO, SALTÁ CABECEÁ, METÉ GARRA. Gana el primero que llegue a 5 goles. Sigo sin entender que no esté habilitado el quitar la repetición.
ARCADE
Dos equipos de cuatro, diez vidas cada equipo: se comparten las mismas y solamente se gana cuando el otro equipo se queda sin vidas, y sin jugadores vivos. Guerra total.
- Winter Cabin – La cabaña
Yo quiero amanecer en una cabaña, donde haya gatos gigantes agarrándose a las piñas, pegándose con sillas, revoleándose por las ventanas… Porque eso es lo que sucede en este escenario, inspiradísimo en esa cabaña que estás pensando. No, esa no. La otra. Sí, esa. Donde te sentás a tomar un café bien negro (o como te guste), mientras leés una review en nuestra web. Pero ojo porque si le ponés la leche que tu personaje puede tomar en este escenario, te va a dar súper poderes… o marearte completamente. Y si terminaste del lado incorrecto de la ventana, apurate a entrar de nuevo porque afuera ‘ta elao.
- Final Destination – El subte
Si bien no es la única referencia cinéfila pop del juego, Final Destination es bellísimo cuando te permite empujar a un contrincante hacia las vías del subte de la Línea A (de animal). En serio, es simplemente eso: esperá que llegue el tren y rezá para estar sobre el andén. Y ahora algo de freestyle: *hace sonidos con la boca*. Muchas gracias. *Pasa la gorra*, *no le dan nada*.
PRESENTACIÓN Y RENDIMIENTO
El motor de juego no solo trabajó físicas: los pelos de los animales son preciosos, así como los diseños realizados para los animales, que incluso, inspiró y permitió incluir skins votados por la comunidad. Cada uno de las variantes de los personajes se ve excelente, y hay muchísimas referencias a películas y otros videojuegos. También, durante su primera semana, Party Animals contó con una colaboración que nos permitía hacernos con personaje de la saga Ori.
Queda claro que el juego se ve y funciona perfecto en su modo online, aún sin servidores dedicados en nuestra zona. Además, nunca demoró en encontrar partidas, de hecho, estoy seguro que pasé más tiempo viendo replays de goles en los modos deportivos que en sumarme a ver o participar de una batalla generada por otros, o simplemente ingresando en el modo Quick Match.
Xbox Series S fue la plataforma elegida para reseñar este juego y realmente no noté nada malo con respecto a su funcionamiento general: es auténticamente «lindo», porque maneja una estética «cute» que busca chocar (je) con la brutalidad de sus golpes y knocks out, que es súper entretenido de generar, tanto solo como entre amigos.
ECONOMÍA DEL JUEGO
Pero pero pero, el juego tiene economía. Que de por sí, es rara, porque tenemos dos monedas diferentes en juego: los Nemo Bucks, unos anima-dólares que se usan para comprar cosméticos o Cookies (la otra moneda), y se adquieren comprándolos con moneda real o simplemente jugando, aunque se convierten en unidades limitadas. Las Cookies, por su lado, son galletitas, que sirven para comprar cosméticos (pero no todos) y podés ganar una cantidad ilimitada jugando.
Si vamos a los números duros, podés desbloquear el 70% (número oficial, brindado por la desarrolladora) de los cosméticos simplemente jugando, porque no hay límites en las Cookies (debería, porque pueden hacer mal). El 30% restante se compra con Nemo Bucks, que si jugás lo suficiente, debería alcanzarte para comprar ese skin que querés, porque el equipo planeó que puedas ganar 7000 Nemo Bucks jugando, sin poner un pleno más de lo que ya invertiste en el juego, que no es free-to-play, cabe aclarar.
¿Qué me compro con siete mil verdes en Party Animals? Bueno, primero, tenés que saber que los skins tienen rarezas, que es algo completamente ambiguo, pero funciona así: 120 Nemo Bucks (NB) para los de tipo «común», 300 NB para los «no tan común», 800 NB te garantiza que te compraste un skin «raro», 1600 NB es «épico», y 3000 NB, bueno, digamos que Barney Stinson diría que es «legendario», pero separando en sílabas (y en inglés).
Party Animals me dejó dedicarle varias horas más de las necesarias para esta review simplemente por diversión, y para comprobar que tan cierto es el tema moneda en el juego, que, por ahora, parece serlo. Si sabemos ahorrar nuestros Nemo Bucks, podemos comprar espectaculares skins de forma totalmente aleatoria a través de huevos sorpresa, que son OTRA manera de conseguir skins, y que 15 de estos huevos se consiguen jugando; el resto debemos comprarlos a 100 NB cada uno.
CONCLUSIÓN
6 de octubre de 2023, 21:41 horas. Pasaron 16 días desde que el juego full está en el mercado. En este momento, Party Animals es el cuarto juego publicado recientemente con más espectadores en Twitch, con 7890. Le saca dos mil viewers a My Hero Ultra Rumble, y solo es superado por Lies of P (13295), Mortal Kombat 1 (17122) y Assassin’s Creed: Mirage (31467). Pienso que este primer puesto se debe, más que nada, a la novedad misma de Basim, pero si los animales siguen dando pelea, y los desarrolladores no se duermen en los laureles permitiendo crear escenarios, o agregarlos ellos mismos prontamente, puede irle muy bien en el futuro.
Es un juego party que funciona genial, cumple con lo que promete y nació destinado a reinar el estilo de juego, pero solo el tiempo dirá si puede mantener la corona. Es importante destacar que, al ser un debut en la industria podría haber (¿o todavía puede?) salido muy mal, pero sin embargo, luego de tanto tiempo de espera, el mismo llegó e hizo lo que dijo que haría: entretenernos con peluches que tienen inconvenientes manejando su ira.
¿Lo compraría si no estuviera en Game Pass? Sí. ¿Lo compraría para jugarlo una noche versus local? Sí. Son respuestas reales, porque lo recomiendo, y repito esta acción desde 2020. Party Animals es lo que muchos juegos se olvidaron que debían ser: divertido. Llego al final de esta review para seguir juntando NB, que serán intercambiados por huevos sorpresa hasta que me aparezca Dark Force Levi (el gato negro disfrazado de Palpatine), la perfección del diseño.
Comienza la fiesta de cabezazos y golpes de todo tipo en un juego que no se olvida de ser divertido. Físicas únicas y un online estable acompañan una popularidad bien ganada.
Análisis
- Precio/Calidad
- Presentación
- Jugabilidad
- Economía de juego
- Online