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El nuevo Doom de la era moderna, The Dark Ages, ya está entre nosotros, con grandes cambios respecto a su predecesor. id Software y Bethesda Softworks llevan la legendaria saga a una ambientación tan medieval como tecnológica junto a un Doom Slayer más pesado, un arma viviente que se plantará a los innumerables demonios y luchará hasta que todos hayan caído. ¿Tiene lo necesario para alcanzar la popularidad de las entregas anteriores?
INTRODUCCIÓN
The Dark Ages es la precuela de DOOM (2016) y Doom Eternal, ambientada siglos antes de los eventos conocidos recientemente, la cual nos trae una mezcla de ciencia ficción y fantasía oscura durante una guerra medieval contra el Infierno. En esta oportunidad, el combate y la violencia son trasladados a escenarios enormes que representan la magnitiud del conflicto. Armado con un arsenal legendario, defenderemos nuestra posición en campos cargados de demonios en un combate tan brutal y arraigado como los del Doom original.
Los desarrolladores tienen claro que innovar y reinventarse es algo fundamental para brindar experiencias que, manteniendo la esencia, se sientan frescas. Con Doom (2016) se había establecido una acción directa y veloz centrada en correr y disparar, Eternal añadió movimientos verticales y otro ritmo de combate con gestión de recursos, logrando un shooter rápido y desafiante, centrado en la movilidad extrema y Glory Kills cinematográficos. En contraste, The Dark Ages apuesta por un combate enfocado en plantarnos frente a los enemigos y cuidar el posicionamiento, siempre acompañados de nuestro escudo. En esta ocasión ya no habrá doble saltos y maniobras similares, pero no por eso será más lento, sino, diferente, obteniendo gran parte de nuestra movilidad del escudo, con el que embestiremos contra enemigos y será el pilar de que en ocasiones llegue a sentirse incluso más frenético. En esencia, el “Stand and Fight” que nos propone id Software se trata en que no siempre la opción será esquivar un ataque, sino plantarnos sin inmutarnos con nuestro escudo arriba y demostrar que a lo único que hay que temer, es a nosotros.
HISTORIA
In the first age, in the first battle, when the shadows first lengthened, one stood
He chose the path of perpetual torment
In his ravenous hatred he found no peace
And with boiling blood he scoured the Umbral Plains
Seeking vengeance against the dark lords who had wronged him
And those that tasted the bite of his sword named him
The Doom Slayer
Sin revelar spoilers importantes, la trama profundiza en los orígenes del Doom Slayer. Esta vez, el tono narrativo será más épico y enfocado en la fantasía oscura, con múltiples cinemáticas que enmarcan el rol del Slayer y su participación como arma suprema viviente. Una mezcla de lo medieval con elementos tecnológicos que nos transporta a Argent D’Nur y la sociedad Argenta. Para el momento en que comencemos nuestra carnicería, el actual Príncipe del Infierno, un archidemonio llamado Ahzrak, está invadiendo con una fuerza devastadora. Comparado con sus predecesores, estaremos frente a más diálogo, un mayor peso de la historia, con participación de personajes aliados importantes y un tono narrativo notorio, pero no llega a ser lo suficientemente destacable para estar delante del gameplay.
Mucho antes de las invasiones a Marte y la Tierra, las fuerzas del Infierno están buscando el Corazón de Argent. Los Night Sentinels (una casta guerrera que defiende al rey) y los Mayks, una raza alienígena aliada, son los encargados de colaborar y detener su avance. El Doom Slayer, potenciado ampliamente por los Maykrs, es desplegado como arma para ayudar a cambiar el rumbo del combate en favor de la humanidad. Sin embargo, no lucha completamente por voluntad propia, ya que su maestro Kreed Maykr suprime su mente con un dispositivo, el Tether. Mientras tanto, el líder de las fuerzas del Infierno, el Príncipe Ahzrak, comprende que no vale la pena intentar luchar directamente contra una amenaza semejante y centra sus esfuerzos en encontrar el Corazón.
JUGABILIDAD
El corazón de The Dark Ages es su combate basado en un ciclo de disparos, escudo y armas cuerpo a cuerpo, lo que logra un flujo dinámico de acción. El protagonista de nuestro arsenal será el escudo, el cual cumplirá una gran cantidad de tareas que antes teníamos en distintas herramientas, combinadas en una sola. Por ejemplo, sobrecalentar escudos o armaduras enemigas disparando dejará todo listo para luego lanzar el escudo o embestir con él para aturdir o causar un daño devastador, mientras que con el ataque cuerpo a cuerpo obtenemos munición y recursos. Este bucle ofensivo (a diferencia de Eternal donde había que esquivar constantemente) nos plantea como una amenaza pesada que no temerá ni retrocederá, la cual se va a plantar incluso frente al enemigo más poderoso, con su escudo en mano listo para un parry. Incluso durante nuestro movimiento libre sentiremos ser más “pesados”, con pisadas contundentes y una onda devastadora formada al caer de grandes alturas que mandará a volar a los demonios más débiles.
El juego incluye un auto-sprint configurable para mayor comodidad, algo que recomiendo activar sí o sí para una experiencia plena. No hay parkour extendido, ni doble salto ni escalada, la movilidad se reduce a un dash con el escudo, que bien utilizado, resultará en recorrer el campo de batalla incluso más velozmente que en su predecesor. Al bloquear en el momento justo un ataque indicado por otro color devolvemos la ofensiva al enemigo, pudiendo aturdirlo o causando grandes daños. Este escudo con dientes de sierra activos alrededor, puede arrojarse y tener diversos propósitos, ya sea aturdir un demonio mayor, explotar una congregación de escudos, ayudarnos con la movilidad en el mapa o resolver puzzles, todo en un cómodo disco mortal. En conjunto, las mecánicas generales nos obligarán a estar en constante actividad para mantener nuestra salud y armadura en condiciones idóneas. El ritmo de combate también se ve favorecido por la aceleración de las Glory Kills, esas ejecuciones a enemigos aturdidos, que serán veloces y no entorpecerán deteniéndose en una animación por demasiado tiempo. Hay quienes esto último podrá no gustarles tanto, pero por mi parte lo considero algo positivo, haciendo que la acción no se vea interrumpida constantemente, así como nos da la posibilidad de llegar a eliminar hasta 2 o 3 demonios debilitados al mismo tiempo.
Armas
El arsenal con el que seremos la pesadilla de los demonios será una mezcla de clásicos con nuevos añadidos “medievales”. Algunos viejos conocidos como la escopeta, la super shotgun, el plasma rifle o incluso la BFG como una ballesta de gran calibre, estarán de vuelta. Ahora, para mantener fresca la experiencia, tendremos incorporaciones creativas, como lo es un arma que va triturando un cráneo y utilizando los fragmentos como munición o un pesado artilugio que dispara una bola de cañón encadenada. Todas se sienten bien de usarse, con una potencia y una satisfacción adecuadas para una entrega de Doom.
Las armas tienen una versión alternativa con la que compartirán munición, lo cual hará que por slot, en realidad sean dos. Por ejemplo, el triturador, un subfusil de daño menor pero gran cadencia, puede ser cambiado con presionar un botón a su versión como “empalador”, temible y preciso, con la capacidad de acertar tiros a gran distancia pero con una velocidad de disparo muy inferior.
Cada parte de nuestro equipo tendrá un objetivo, por lo que poder variar las armas será fundamental, aunque no nos sentiremos realmente obligados a hacerlo, teniendo alternativas siempre disponibles. Si, por ejemplo, usamos el rifle de plasma sobre el escudo de energía de un demonio, este explotará causando daño de área.
Hay tres armas cuerpo a cuerpo distintas, sin incluir el escudo. El Guantelete de Poder será el primero en presentarse, dándonos la capacidad de lanzar combos de hasta tres golpes rápidos, lo que nos irá dando munición. El Mallal, es una maza orientada a ejecuciones, algo más lenta que los puños pero más brutal, recompensándonos con armadura. Finalmente, la Maza del Terror, es un arma enorme que veremos efectiva realmente contra demonios mayores, causándoles un daño destacable.
Mejoras
Los recursos que vayamos recolectando mientras exploramos los canalizaremos en mejoras para nuestras armas y escudo, pudiendo volverlas una amenaza digna de acompañar al Doom Slayer. No habrá un abanico gigante de opciones, pero se sentirá la diferencia entre tenerlas o no hacerlo. El triturador, por ejemplo, puede ser mejorado para mayor daño, pero también podemos elegir entre aplicar una debilitación fundamental en enemigos, como convertirlos en una bomba de clavos que detonar con el escudo, o que al dispararles con este último girando sobre su cuerpo, nuestras balas sean compartidas hacia enemigos cercanos.
Escudo
La gran novedad de The Dark Ages, como mencioné varias veces, es el escudo sierra del Slayer, presente durante toda la campaña. Su rol será dotar al combate de profundidad: se usa para defenderse, contraatacar, moverse, ser arrojado como si fuéramos el Capitán América y activar sinergias, entre otras funciones. Al usar el botón de bloqueo en el momento correcto, cuando un ataque enemigo destacado va a impactarnos, los devolveremos rompiendo armaduras enemigas y muchas veces aturdiéndolos, dejándolos expuestos lo suficiente para recibir una Glory Kill.
Así como las armas pueden mejorarse, el escudo también, teniendo además un espacio adicional donde seleccionaremos que tipo de Runa queremos usar para imbuirle poder. Estas se activan al realizar un parry y desatan un efecto (también potenciable) como una fisura aturdidora, un enjambre de dagas teledirigidas (por si queremos sentirnos Vergil), una torreta acoplada a nuestro hombro con gran cadencia de disparo o un poderoso rayo. Lamentablemente, por una cuestión de balance, solo podremos llevar una equipada a la vez, así que la elección que tomemos será estratégica para encajar con nuestro estilo de combate.
Misiones Secundarias y Exploración
Además de la campaña principal, esta entrega ofrece múltiples extras para completar, desde misiones secundarias que nos recompensarán con skins tanto para el Slayer como para sus armas, así como coleccionables, incluyendo, claramente, juguetes. La mayoría de los niveles son realmente extensos si así lo queremos, con secretos y desafíos opcionales repartidos estratégicamente. Completar un nivel al 100% incluirá resolver puzzles o encontrar lugares ocultos, recompensándonos por ello. Ahora bien, a diferencia de Eternal, no tenemos la posibilidad de realizar viaje rápido a puntos de control previos, por lo que hacer backtracking a veces sí puede resultar un poco molesto.
Dragón y Mecha
¿Qué podría lograr que ya siendo el Doom Slayer algo nos haga decir “cool” más fuerte? Que el Doom Slayer se suba a un dragón mecánico (Serrat) y a un mecha gigante (Atlan) para continuar su carnicería en niveles muy superiores. Serrat permite volar por el aire y disparar como si estuviéramos en un Ace Combat, mientras el mecha Atlan pelea cuerpo a cuerpo (aunque en ocasiones agarre temporalmente un arma de fuego) contra los enemigos. En ambos casos, nuestro “parry” será un esquive que al lograrlo potenciará nuestras capacidades. Si bien estas secciones así como en las que utilizaremos una torreta montada pueden tornarse algo repetitivas, son divertidas, con el factor de esto que incluían los shooters más tradicionales. Una pausa épica del tiroteo en tierra que no tardará en volver.
Dificultades y Configuraciones
Tendremos seis niveles base de dificultad, desde el clásico I’m Too Young To Die ahora renombrado insúlsamente a Aspiring Slayer hasta Ultra Nightmare (con su característica muerte permanente). Además, cada uno se puede personalizar con numerosas configuraciones en las opciones: amplitud de la ventana de parry, modificar el daño, agresividad o hasta la velocidad del juego, pudiéndolo llevar a un 150%. Esto permite un ajuste muy fino para adecuarse a lo que cada jugador quiere en su experiencia.
PRESENTACIÓN
El juego de id Software y Bethesda impresiona con una estética medieval gótica de la fantasía oscura junto a detalles futuristas e industriales, consiguiendo así escenarios memorables. Los efectos de iluminación y partículas destacan cuantiosamente junto a un Ray Tracing (forzado) efectivo, sin ser sobresaliente. En lo que es performance, en las máximas capacidades de detalle y resolución 2k, mantuve siempre los 200fps estables en un sistema con una RTX 5080 y un i7 13700kf. Los detalles de las armas, demonios, mapeado y todo lo que encontremos estará de un nivel digno de un triple A, por lo que en lo visual no hay quejas palpables, pero el audio… es otra historia.
En el aspecto sonoro, prescinde del compositor amado por la comunidad, Mick Gordon. La banda sonora es obra de Finishing Move, un equipo de composición musical para videojuegos con participación en títulos como The Callisto Protocol o Borderlands 3. Si bien la música durante los combates no es mala, pero no destaca, volviéndose olvidable y perdiendo ese efecto que supo brindar el compositor anterior, resultando en el soundtrack que menos me ha gustado de nueva trilogía, con el OST de 2016 siendo todavía mi predilecto. Por otro lado, los efectos de sonido son contundentes y gratificantes al impactar con enemigos. En general, la dirección sonora no está mal enfocada y enfatiza la sensación de poder del Slayer y la brutalidad de los combates, pese a la notoria ausencia del sello reconocible de Gordon.
ASPECTOS NEGATIVOS
Doom: The Dark Ages no está libre de pecados, teniendo algunos problemas notorios que pueden hacer dudar a la hora de elegir el título, siendo algunos propios del juego y otros una decisión externa. En primer lugar, su precio es elevado, manteniendo la ola de precios de 70 dólares (50 en la región de Latam) para juegos triple A, a pesar de su duración o contenido, llevando a muchos jugadores a decantarse por opciones como Game Pass. Asimismo, un detalle que notaremos a la hora de jugar, es que el cambio de armas es lento, contrastando con la velocidad del gameplay, aunque a la par de la pesada máquina de guerra que representa el Slayer en esta ocasión. Otros elementos que se suman a estos son el RTX forzado (no puede ser desactivado), la falta de viaje rápido previamente mencionada y la baja de calidad respecto a la composición musical.
CONCLUSIÓN
Doom: The Dark Ages es una propuesta renovada y a la vez clásica dentro de la franquicia. Acierta en su combate, manteniéndose tan entretenido y satisfactorio como es esperado mientras suma elementos como el escudo, las secuencias con el dragón, el mecha y el ambiente medieval. En este caso, se buscó dar un lugar más central a la historia, lográndolo al llenar espacios argumentales que muchos fanáticos querrán conocer, sin descuidar que lo principal en un juego de este género, es la diversión.
En lo que es el apartado visual, no hay nada que criticarle, posee un rendimiento óptimo y una calidad digna. Los escenarios, aunque no son tan variados, están detallados; los modelos se ven bien pulidos y los efectos visuales son agradables. En lo que respecta al sonido, destaca la calidad en todo aspecto, con una baja en el OST sin que esto arruine la experiencia, llegando a ser aceptable y sirviendo como background, sin tomar protagonismo.
The Dark Ages reafirma el lugar de Doom en el género FPS, con una jugabilidad frenética y visceral, innovando como en cada entrega, pero esta vez con la filosofía “Stand and Fight”. Distinto a Eteneral, más cercano a la versión de 2016 (el cual sigue siendo mi favorito moderno) pero con la misma velocidad en su ADN, solo que planteada de otra forma. Los fanáticos del Doom Slayer encontrarán en este título horas de entretenimiento y desafíos. Aun así, con todo lo bueno, no podemos olvidar su precio algo elevado, por lo que si tienen dudas, hay que recordar que está disponible en Game Pass.
Doom: The Dark Ages
Doom: The Dark Ages es una propuesta renovada y a la vez clásica dentro de la franquicia. Acierta en su combate, manteniéndose tan entretenido y satisfactorio como es esperado mientras suma elementos como el escudo, las secuencias con el dragón, el mecha y el ambiente medieval.
Análisis
- Precio / Calidad
- Gráficos
- Jugabilidad
- Sonido / Música
- Historia
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